Artista multidisciplinar al que admiro y que me ha influido.
Gottfried Helnwein. |
Sus primeros trabajos consistían principalmente de acuarelas hiperrealistas de niños heridos, así como performances —a menudo con niños— en lugares públicos. Helnwein es un artista conceptual, interesado principalmente en la ansiedad psicológica y sociológica, así como en temas históricos y políticos. Como resultado de ello, su trabajo suele ser considerado provocador y polémico.
Helnwein es parte de una tradición que se remonta al siglo XVIII, a la que pertenecen esculturas llenas de muecas y de expresiones faciales exageradas de Messerschmidt. Se observan, además, puntos en común con obras de Hermann Nitsch y Rudolf Schwarzkogler, otros dos vieneses, que muestran sus propios cuerpos como marco de referencia de la lesión, el dolor y la muerte. También se puede ver la fascinación por el lenguaje corporal expresivo en la obra de Egon Schiele.
Una visión clara parece emerger en el arte de Helnwein y que va a permanecer constante a lo largo de su carrera. Su tema es la condición humana. La metáfora de su arte, aunque incluye autorretratos, está dominada por la imagen del niño, pero no el niño inocente despreocupado como se imagina la gente. Helnwein crea una imagen profundamente inquietante aún provocadora y convincente de que el niño está herido. El niño con cicatrices y el niño marcado emocionalmente. Él retrata la inocencia de la adolescencia en el contexto de los acontecimientos históricos como el Holocausto, para poner de relieve la fragilidad de la humanidad en un mundo inestable.
En el 2004, el Museo de Bellas Artes de San Francisco fue el primer museo norteamericano que organizó la exposición individual de Gottfried Helnwein: “El Niño, las obras de Gottfried Helnwein” ( The Child, works by Gottfried Helnwein) en el Palacio de la Legión de Honor de California (California Palace of the Legion of Honor). El espectáculo fue visto por casi 130.000 visitantes y el San Francisco Chronicle lo citó como la exposición más importante de un artista contemporáneo del 2004. Steven Winn, cronista de arte y crítico cultural, escribió: “el gran formato de Helnwein, imágenes foto-realistas de niños con varios aspectos mostró con valentía el subconsciente de la inocencia, la sexualidad, la victimización y el inquietante aumento de la auto-posesión”.
Harry S.Parker III, Director del Museo de Bellas Artes de San Francisco, explicó lo que hace que el arte de Helnwein sea significativo:
“Para Helnwein, el niño no es sólo el símbolo de la inocencia, sino también de la inocencia traicionada. En el mundo actual, muchos aspectos atentan contra esa inocencia, las fuerzas malévolas de la guerra, la pobreza, la explotación sexual, la alienación y el carácter depredador de los medios de comunicación que por asalto ejercen una fuerte influencia en los niños”. Por otra parte, Robert Flynn Johnson, el curador a cargo de su obra, ha reunido una selección en torno a la reflexión de la obra de Helnwein y con ello, elaboró un ensayo profundo sobre su arte. La obra de Helnwein donde está presente el niño incluye pinturas, dibujos y fotografías, y se extiende desde un sutil hermetismo a escenas de cruda brutalidad. Por supuesto, escenas que testifican la matanza de los inocentes, han sido importantes y motivos muy visitado regularmente en la historia del arte. Lo que hace que el arte de Helnwein sea importante, es su capacidad para hacernos reflexionar emocional e intelectualmente sobre los profundos y expresivos temas que elige. Muchas personas piensan que los museos deben ser un refugio, donde encontrar o descubrir la belleza tranquila, divorciada de la crudeza del mundo. Esta es una noción que por supuesto, vende rápidamente el arte. “Gottfried Helnwein se inspira en muchos aspectos crudos de la vida infantil, los da a conocer lo cual produce incomodidad. Pero también es responsabilidad de los museos, ocuparse de temas importantes, ciertamente polémicos presentes en nuestra sociedad”
Viviendo entre Los Angeles y en Irlanda, Helnwein conoció y fotografió a los Rolling Stones en Londres, e hizo un retrato de John F Kennedy el cual fue la portada de la revista Time en el 20 aniversario del asesinato del presidente. Su propio autorretrato donde aparece gritando y con los ojos vendados y cegado por horquillas (1982), se convirtió en la portada del álbum de Scorpions “Blackout”. Andy Warhol, Muhammad Ali, William Burroughs y la banda de metal industrial Rammstein posaron para él, algunas de sus obras de arte aparecieron en la portada del disco-libro Historia de Michael Jackson. Para el momento de la caída del muro de Berlin, Gottfried Helnwein y Marlene Dietrich escribieron el libro “Some Facts about Myself”. El ensayo fue el último texto que escribió Marlene Dietrich en vida. En 2003 se hizo amigo de Marilyn Manson colaborando con él en el multi-media art-projec “The Golden Age of Grotesque” y en varios vídeo-proyectos experimentales. Entre sus obras publicadas ampliamente está una parodia de la famosa pintura de Edward Hopper Noctámbulos (Nighthawks), titulado Boulevard of Broken Dreams. Esta pintura también inspiró la canción de Green Day del mismo nombre. Examinando sus imágenes desde 1970 hasta el presente, este se ve influenciado por Bosch, Goya, John Heartfield, Beuys y Mickey Mouse, todo filtrado a través de una infancia vienesa postguerra.
En el 2006, Gottfried Helnwein recibe honores por el Consejo de la ciudad de Filadelfia por sus contribuciones artísticas y por mantener viva la memoria del Holocausto.