miércoles, 6 de noviembre de 2013

El Arte de Robar

 No conocía esta historia. Albert C. Barnes,  nacio un 2 de enero de 1872 en Filadelfia, estudió medicina en la Universidad de Pensilvania y desarrolló y comercializó el Argyrol  antiséptico antimicrobiano ant. para tratar la gonorrea y como preventivo de la ceguera por esta enfermedad en los recién nacidos.
 Con la fortuna que obtubo por su medicamento  empezó a invertir su dinero en arte, comprando cuadros impresionistas y expresionistas e incluso picassos cuando picasso aún erá criticado por muchos. Asi sus adquisiciones (obras de Picasso, Matisse, Renoi, Seurat, Van Gogh, Cezanne...) fueron tomando un valor económico incalculable. Asi fué que creó la "Fundación Barnes" un hermoso edifico en Melbour, Filadelfia, Estados Unidos que albergaba su colección.

Porsupuesto llegó el momento en que el señor Barnes se dió cuenta de que algún día iba a morir y al no tener hijos decidió redactar un testamento para asegurar el destino de su colección después de su muerte. Las principales cláusulas eran que los cuadros no se venderían, intercambaran, donarían ni trasladarían de la fundación Barnes y que las puertas de la fundación permanecerían abiertas a las visitas sólo 3 o 4 días a la semana para fines educativos. Otra de las cláusulas era que terminada la línea sucesoria quienes quedarían a cargo sería la universidad de Lincoln.

Con la muerte de Barnes comenzaron una serie de sucesos, batallas legales y corrupción que terminó con la apropiación de la colección por parte del estado de Filadelfia haciendo caso omiso del testamento de Barnes.
Os dejo el link donde puedeis  ver el documental, tiene una duración de 1hora y 40 minutos pero vale la pena.
 http://www.youtube.com/watch?v=7YVUXXlOVcE

miércoles, 14 de agosto de 2013

Algo más sobre el siniestro mercadeo del "presunto" Arte.

El Interbolsa del arte, El reverso del decorado.

Una columna sobre las subastas del arte y el artista Oscar Murillo.  

Por: Lucas Ospina
Publicado el: 2013-07-18 en revista arcadia.com
K, un artista emergente, hace dos piezas. El marchante A vende cada pieza a US$5.000 a B y C, dos coleccionistas prestigiosos. A se queda con el 50 por ciento de la venta y arregla con B y C para que oferten las piezas de K en una subasta. Antes de la oferta el artista se presenta en sociedad: K va con A, B y/o C, a inauguraciones y fiestas; un curador D, asociado a alguna institución, lo entrevista o firma un catálogo promocional con un texto genérico; publicaciones de arte en las que pautan galerías vinculadas a K, o con lazos con A, B y/o C, se referirán a él; circulará el rumor de que K estará en una curaduría colectiva en un museo donde solo exponen individualmente los consagrados.
http://www.eltiempo.com/entretenimiento/arte/IMAGEN/IMAGEN-12716988-1.jpg
Oscar Murillo en su Taller.
Comienza la subasta, pero ¿por qué usar este método para darle un precio a las obras de K? ¿Por qué no dar una cifra y ya? Porque a falta de crítica, o por los problemas y demoras que genera una valoración crítica, la subasta es el medio expedito para inflar y dar legitimidad: la puja por las piezas de K cierra en US$120.000 c/u. El remate fluyó sin contratiempos. K todavía no es muy conocido, sí lo será cuando se conozca el resultado astronómico de la “puja” de B y C. ¿Dónde está el dinero? B pagó la pieza de C, C pagó la pieza de B. Es decir, el dinero no se ha movido, las piezas sí.
Días, meses o años después, B y C ofrecen a un miembro E de la junta de un museo la donación de las piezas de K. Lo más importante: B y C certifican en su declaración de impuestos una relación de US$120.000 c/u por donaciones. En algunos países, un tercio del monto total de lo donado se deduce de la declaración de renta: US$40.000. B y C, que en un principio tuvieron que desembolsillar US$10.000 entre los dos, obtuvieron una ganancia neta de US$35.000 por cabeza (habría que restarle la comisión de la casa de subastas y lo que le corresponde a A por la intermediación).

K recibió US$5.000 por sus obras; es feliz, el dinero le hace bien, el futuro pinta mejor. Si K y sus obras son dúctiles podrá seguir trabajando con A, B, C, D, E y llegar lejos, pero si dejan de serlo, las fuerzas –o los fuertes– del mercado encontrarán un nuevo artista al que mimar.
Lo anterior es solo un esquema perfectible. Un fondo de inversión en arte sabrá conjugar todo el abecedario y redactar cada vez mejor el novelón bursátil: fragmentará el mercado, pagará un cabildero para que tramite más excepciones tributarias por filantropía, tacará con sigilo carambolas más virtuosas, hará pirámides a corto, mediano y largo plazo. Hablamos de arte: la misma libertad y apertura que existe para hacerlo e interpretarlo se extiende a su compra y venta.

Hace poco, en esferapublica.org, Halim Badawi publicó “Business is business: especulación y mercado en la obra de Óscar Murillo”, un análisis intuitivo sobre el furtivo tinglado tras la venta, el pasado 26 de junio, de la obra Sin título (2011) de este artista de veintiocho años de origen latino (colombiano o guatemalteco, es lo mismo). La pieza se vendió en la casa de subastas Christie’s en Londres por US$391.000, “superando trece veces su estimado bajo”. Es un inspirador caso de estudio, tanto, que las dudas de Badawi sobre la importancia y mercadeo de la obra –dentro del conjunto de piezas de Murillo y de otros artistas– fueron subestimadas en el foro por un académico y un analista de mercado. Ambos personajes, acomodados en su rol ilustrado y financiero, parecían hipnotizados por el resultado de la subasta y cumplieron solícitos con la sentencia que el crítico Robert Hughes acuñó en su texto Arte y dinero: “El mercado debe encontrar maneras de poder vender arte mediocre a malo a unos precios lo suficientemente altos como para acallar las protestas estéticas”.
En ese mismo foro virtual, una voz cándida protestó, sacó a la luz el color de piel de Murillo, jugó la carta de la discriminación y gritó: “¡Dejen jugar al moreno!”. Un clamor al que podrían sumarse otros intermediarios de cuello blanco, inversionistas tipo Interbolsa, que gritarían casi lo mismo al unísono: “¡Déjennos jugar con el moreno!”. ¡Éxitos!

                      La verdad es que todo esto da mucho asco...

viernes, 9 de agosto de 2013

¿Qué estas mirando? 150 Años de Arte Moderno en un abrir y cerrar de ojos.




 
Will Gomperrtz

Will Gompertz traza 150 años en la historia de la disciplina en un ameno manual

El divulgador británico de la BBC asegura que "nadie ha superado a Picasso”

Madrid 13 MAR 2013
 
Situaría a Pablo Picasso como el artista moderno más importante y revolucionario, aunque su favorito es Cézanne. El más influyente... Marcel Duchamp ¿Los cinco creadores vivos más importantes? Gerhard Richter, Jasper Johns, Marina Abramovich, Peter Doig y Cildo Mireilles. ¿Y algo sin el más mínimo interés? Las vacas en formol de Damien Hirst o los racimos de globos de Jeff Koons, productos con fecha de caducidad destinados al consumo de megamillonarios. Tanta contundencia en las opiniones proviene de Will Gompertz (Kent, Inglaterra, 1965), director de arte de la BBC y considerado una autoridad mundial en arte moderno y contemporáneo. Desde la ironía que solo confiere esa autoridad publica en España Qué estás mirando. 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos (Taurus).
 
En realidad, el libro requiere algo más que un simple un pestañeo. Se lee más bien como un completo y ameno manual de 472 páginas. El resumen de la historia de la disciplina desde los preimpresionistas hasta las “anodinas” últimas tendencias en las que el autor espera la aparición de alguien con la fuerza de Warhol, Pollock o de su amado Cézanne. Alguien que siga haciendo posible que la contemplación del arte sea lo que siempre fue: uno de los mayores placeres de la vida. Quizá no sea tanto pedir.
 
Periodista y divulgador de arte al que le han servido (y mucho) los siete años en que fue director de comunicación de la Tate explica que su objetivo primero era hacer un libro al alcance de todos. Despojando de toda espesura el discurso artístico. “He buscado un lenguaje fluido, elegante y directo. Es muy fácil enmarañarse y caer en lo pomposo. No quería perderme en la artificialidad del lenguaje, algo muy peligroso porque expulsas al lector”.
En esa búsqueda de la amenidad, Will Gompertz recrea (y en muchos casos inventa) conversaciones y situaciones cotidianas entre los artistas, sobre todo entre los impresionistas. Pero no teme que esta licencia devalúe el interés de su manual. “Mi intención ha sido llevar al lector al lugar en el que se produce la obra de arte, que con los ojos del siglo XXI, se pueda asistir desde primera fila en la representación de lo que ocurrió. Me fascina la gente. No hay nadie en el mundo que no me interese. Si yo me adentro en la vida de los artistas, creo que puedo contagiar ese mismo entusiasmo a los amantes del arte” .
En esa investigación personal de los creadores hay algunos que salen realmente mal parados. Gauguin, por ejemplo, del que dice que en los mares del Sur era un turista, un exbanquero de París que producía pinturas lascivas para el mercado europeo y tenía un gusto irrefrenable por los voluptuosos cuerpos de las jóvenes tahitianas, a las que contagió de sífilis. “No me gusta como persona, es cierto. Fue un gran artista. En el arte, como en todo en la vida, se puede ser un gran creador y una pésima persona. Gauguin no estaría entre mis amigos”.
Un recurso al mapa del metro de Londres en forma de desplegable le sirve al principio del libro para situar los nombres de los grandes artistas de los últimos 150 años y sus paradas obligadas. “No es por barrer para casa”, aclara riéndose. “Reconozca que el diseño del mapa de Londres es bellísimo. Lo mismo que las ilustraciones del artista mexicano Pablo Helguera, habitual de The New Yorker, cuyo sentido del humor me sirve de píldoras relajantes entre un capítulo y otro”.
Esa parte gráfica es una de los grandes hallazgos del libro. En uno de los dibujos se ve a un arqueólogo ante un papiro, y dice: “El texto es incomprensible: debe tratarse del catálogo de una exposición”. En otra, un tipo, a la cabeza de un pelotón de fusilamiento, se excusa: “Nos cuesta menos trabajar con artistas muertos”.
En efecto, el mercado es uno de los blancos favoritos de la ironía y los análisis de Gompertz. “El negocio ha seguido creciendo de una manera enloquecida. Antes, el escenario se reducía a Estados Unidos y a Europa. Pero ahora está China, India, Sudamérica y en el horizonte avanzan Rusia y África. Ya no hay clase media en este negocio. Quedan las enormes superficies y los pequeños artesanos. Nada en medio. Esta situación no es buena para el arte. No puedo decir como acabará. Lo que sí sé es que nadie ha superado a Picasso”.

Hay autores claramente menospreciados que se tratan tangencialmente, y otros en los que BARRE 'PA CASA DESCARADAMENTE como con sus amiguitos llamados   "Young British Artists"   etiqueta que les queda MUY caducada, ya que dichos jóvenes son actualmente UNOS PURETAS DE PLENO DERECHO.   En fin... libro recomendable para la playa en el que se insinúa que el emperador esta desnudo cosa que es digna de elogio, pero claro decirlo muy alto puede ser peligroso.

 

jueves, 8 de agosto de 2013

Marina Abramovic y Lady Gaga.

Lady Gaga junto a Marina Abramovic perpetran un video performance "Gilipoller" para promocionar ‘Artpop’.


Se ajusta  a las reglas del performance, un ruido molesto a poder ser emitido por...

¡Oh Sorpresa!, alguien en pelotas...

¡ BRAVO, BRAVO !

martes, 25 de junio de 2013

Arte Jodido (I)

Las sorpresas de pararse a pensar en arte.

Venga, un juego. De los sencillitos para gente que no ha caído en esta página por casualidad. Se requiere de agilidad mental, conocimientos artísticos y memoria. ¿Hace el reto? Adelante...
Seleccionar, asín, sin anestesia, diez grandes obras de arte de todos los tiempos. Variaditas: lienzo, escultura, arquitectura,...  Nos vale casi todo.

[...]

¿Lo tenemos? Bien.


¿Podrían haber estado alguna de estas?

¡Mozaaaaaa! ¡Que vésete tó! ¡Arrebújate el trapeao!

Increíble representación de la primera vez que se jugó a la queda.



Así mucho más bonito y didáctico que cuatro piedras mal puestas... 



Sin lugar a dudas, cualquiera de estas obras de arte podrían haber figurado en esa lista de diez, ¿Verdad?. Ahora viene lo bueno. Todas estas obras están...

... JODIDAS



Si. Nuestras obras de arte imperecederas, las más destacadas están jodidas. La Venus de Milo. Jodida. La Capilla Sixtina. Jodida. El Partenón. Jodidísimo. Todas ellas en mayor o menor medida están jodidas. ¿Causas? Bueno, para eso estoy escribiendo esta entrada, no me metáis prisa.

Jodida 1: La Venus de Milo

Imagen evocadora de una moza griega de muy buen ver y de buen porte (211 cms de alto son muchos. Poco más que esta otra zagala). Su piel, tersa y marmórea, a pesar de ser un siglo más anciana que Cristo. Como su nombre indica, todo apunta a que se trata de una representación de la diosa de la belleza, amor, y otras inconsistencias, Afrodita (Venus para los hijos de Roma).

Causas de estar jodida: Vaya usted a saber cómo, el campesino que la encontró en las Cícladas en 1820, un tal Yorgós Kendrotás, quien dijo que la había encontrado así. La historia está un tanto diluída en este punto, pero, supuestamente,  aparecieron dos fragmentos perdidos, un fragmento del antebrazo y una mano portando una manzana. Si, la misma manzana de Eris. La misma manzana de Paris. La misma manzana que armaría la Guerra de Troya... Y la escultura se queda sin ella.

Wikipedia: No podía faltar una perla fuera de bolos de la Wikipedia. Os dejo esta cita por que no tiene desperdicio, sobre la causa  de la pérdida de los brazos de la preciosidad esta:

"Por último se habla que una noche, cuando el escultor estaba a punto de acabar la obra y únicamente le faltaban los brazos, el escultor fue a acostarse con su amada y ésta le ofreció uno de sus hermosos y henchidos pechos. El amante tomó entre sus labios el pezón del pecho, pero en el ardor de esto, la mujer estrechó fuertemente al hombre, asfixiándolo y provocándole la muerte; dejando el trabajo incompleto."


Jodidos por el estilo
  • Poseidón de Cabo Artemisio: Paisano de la quinta de Tucídides, un centímetro más chaparrete Venus de Milo. La Wikipedia hila muy fino en cuanto a su denominación, ya que se desconoce a quien representa la obra. La clave es la iconografía. Realmente desconocemos que es lo que tenía en la mano. La historiografía tradicional le pone un hermoso tridente en la mano derecha, y por eso lo de llamarlo Poseidón. Otros dicen que podía tener un rayo en la mano, y por tanto, ser Zeus. El caso: está incompleta, y eso nos la jode, aunque poco.

Dios de Cabo Artemisio: A mi esa cabeza no me pega ni con cola. Es Photoshop...

  • Victoria Alada de Samotracia: Esta chica si que está jodida. De los tiempos de Aníbal barca ( Ni Lecter ni el del Equipo. 190 a.C.), representa, como su nombre indica, una Nike, o Victoria. Se trata de una deidad de eso mismo, del ansia viva de ganar. ¿Que nos falta? Pues, además de lo evidente, brazos y cabeza, por si alguien se había despistado, falta una espectacular estructura con forma de proa de navío que hacía de base a la escultura. Si, de nuevo, se descontextualiza la obra por faltarle "pequeños" detalles. 
Por si os lo preguntabais. Si, las alas están MUY reconstruidas.

Conclusiones:

1. El arte nos puede venir jodido. No lo olvidemos.
2. No obstante, una obra jodida también puede ser una gran obra.


PRÓXIMO CAPÍTULO: Cómo joder las cosas poniendo de  más. 


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Bibliografía en alpargatas:

la RAE
y la ¡Wiki!

lunes, 20 de mayo de 2013

Gottfried Helnwein.

Artista multidisciplinar al que admiro y que me ha influido.

Gottfried Helnwein.
Gottfried Helnwein (8 de octubre de 1948 Viena, Austria) pintor, fotógrafo, artista del performance y de instalación de origen austríaco-irlandés. Estudió en la Universidad de Arte Visual en Viena (en alemán: Akademie der Künste Bildenden, Wien). Fue galardonado con el premio Master-class (Meisterschulpreis) de la Universidad de las Artes Visuales, de Viena, el premio Kardinal-König y el premio Theodor-Körner. Ha trabajado como pintor, dibujante, fotógrafo, muralista, escultor, artista de performance y de la instalación, utilizando una gran variedad de técnicas y medios audiovisuales. Conocido también por los diseños de vestuario para teatro, ballet y ópera. Podemos nombrar “The Rake’s Progress” de Stravinsky en la Ópera de Hamburgo, “Der Rosenkavalier” de Richard Strauss en la Ópera de Los Ángeles, y en la Ópera Bonn, “Der Ring des Nibelungen” de Wagner, entre otras.
Sus primeros trabajos consistían principalmente de acuarelas hiperrealistas de niños heridos, así como performances —a menudo con niños— en lugares públicos. Helnwein es un artista conceptual, interesado principalmente en la ansiedad psicológica y sociológica, así como en temas históricos y políticos. Como resultado de ello, su trabajo suele ser considerado provocador y polémico.
Helnwein es parte de una tradición que se remonta al siglo XVIII, a la que pertenecen esculturas llenas de muecas y de expresiones faciales exageradas de Messerschmidt. Se observan, además, puntos en común con obras de Hermann Nitsch y Rudolf Schwarzkogler, otros dos vieneses, que muestran sus propios cuerpos como marco de referencia de la lesión, el dolor y la muerte. También se puede ver la fascinación por el lenguaje corporal expresivo en la obra de Egon Schiele.
Una visión clara parece emerger en el arte de Helnwein y que va a permanecer constante a lo largo de su carrera. Su tema es la condición humana. La metáfora de su arte, aunque incluye autorretratos, está dominada por la imagen del niño, pero no el niño inocente despreocupado como se imagina la gente. Helnwein crea una imagen profundamente inquietante aún provocadora y convincente de que el niño está herido. El niño con cicatrices y el niño marcado emocionalmente. Él retrata la inocencia de la adolescencia en el contexto de los acontecimientos históricos como el Holocausto, para poner de relieve la fragilidad de la humanidad en un mundo inestable.
En el 2004, el Museo de Bellas Artes de San Francisco fue el primer museo norteamericano que organizó la exposición individual de Gottfried Helnwein: “El Niño, las obras de Gottfried Helnwein” ( The Child, works by Gottfried Helnwein) en el Palacio de la Legión de Honor de California (California Palace of the Legion of Honor). El espectáculo fue visto por casi 130.000 visitantes y el San Francisco Chronicle lo citó como la exposición más importante de un artista contemporáneo del 2004. Steven Winn, cronista de arte y crítico cultural, escribió: “el gran formato de Helnwein, imágenes foto-realistas de niños con varios aspectos mostró con valentía el subconsciente de la inocencia, la sexualidad, la victimización y el inquietante aumento de la auto-posesión”.
Harry S.Parker III, Director del Museo de Bellas Artes de San Francisco, explicó lo que hace que el arte de Helnwein sea significativo:
“Para Helnwein, el niño no es sólo el símbolo de la inocencia, sino también de la inocencia traicionada. En el mundo actual, muchos aspectos atentan contra esa inocencia, las fuerzas malévolas de la guerra, la pobreza, la explotación sexual, la alienación y el carácter depredador de los medios de comunicación que por asalto ejercen una fuerte influencia en los niños”. Por otra parte, Robert Flynn Johnson, el curador a cargo de su obra, ha reunido una selección en torno a la reflexión de la obra de Helnwein y con ello, elaboró un ensayo profundo sobre su arte. La obra de Helnwein donde está presente el niño incluye pinturas, dibujos y fotografías, y se extiende desde un sutil hermetismo a escenas de cruda brutalidad. Por supuesto, escenas que testifican la matanza de los inocentes, han sido importantes y motivos muy visitado regularmente en la historia del arte. Lo que hace que el arte de Helnwein sea importante, es su capacidad para hacernos reflexionar emocional e intelectualmente sobre los profundos y expresivos temas que elige. Muchas personas piensan que los museos deben ser un refugio, donde encontrar o descubrir la belleza tranquila, divorciada de la crudeza del mundo. Esta es una noción que por supuesto, vende rápidamente el arte. “Gottfried Helnwein se inspira en muchos aspectos crudos de la vida infantil, los da a conocer lo cual produce incomodidad. Pero también es responsabilidad de los museos, ocuparse de temas importantes, ciertamente polémicos presentes en nuestra sociedad”
Viviendo entre Los Angeles y en Irlanda, Helnwein conoció y fotografió a los Rolling Stones en Londres, e hizo un retrato de John F Kennedy el cual fue la portada de la revista Time en el 20 aniversario del asesinato del presidente. Su propio autorretrato donde aparece gritando y con los ojos vendados y cegado por horquillas (1982), se convirtió en la portada del álbum de Scorpions “Blackout”. Andy Warhol, Muhammad Ali, William Burroughs y la banda de metal industrial Rammstein posaron para él, algunas de sus obras de arte aparecieron en la portada del disco-libro Historia de Michael Jackson. Para el momento de la caída del muro de Berlin, Gottfried Helnwein y Marlene Dietrich escribieron el libro “Some Facts about Myself”. El ensayo fue el último texto que escribió Marlene Dietrich en vida. En 2003 se hizo amigo de Marilyn Manson colaborando con él en el multi-media art-projec “The Golden Age of Grotesque” y en varios vídeo-proyectos experimentales. Entre sus obras publicadas ampliamente está una parodia de la famosa pintura de Edward Hopper Noctámbulos (Nighthawks), titulado Boulevard of Broken Dreams. Esta pintura también inspiró la canción de Green Day del mismo nombre. Examinando sus imágenes desde 1970 hasta el presente, este se ve influenciado por Bosch, Goya, John Heartfield, Beuys y Mickey Mouse, todo filtrado a través de una infancia vienesa postguerra.
En el 2006, Gottfried Helnwein recibe honores por el Consejo de la ciudad de Filadelfia por sus contribuciones artísticas y por mantener viva la memoria del Holocausto.
• The Murmur of the Innocents 24 | 2011

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 200 cm x 300 cm
• The Murmur of the Innocents 23 | 2011

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 180 cm x 275 cm
• The Murmur of the Innocents 22 | 2011

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 200 cm x 300 cm
• The Murmur of the Innocents 20 | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 180 cm x 118 cm
• The murmur of the Innocents 18 | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 180 cm x 252 cm
• The murmur of the Innocents 17 | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 180 cm x 257 cm
• The Murmur of the Innocents 16 | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 220 cm x 330 cm
• The Murmur of the Innocents 19 | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 162 cm x 111 cm
• The Murmur of the Innocents | Anna | 2010

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 109 cm
• Murmur of the Innocents 13 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas)
• The Murmur of the Innocents 1 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 198 cm x 290 cm
• The Murmur of the Innocents 6 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 219 cm x 328 cm
• The Murmur of the Innocents 5 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 190 cm x 320 cm
• The Murmur of the Innocents 2 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 197 cm x 297 cm
• The Murmur of the Innocents 4 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 231 cm
• The Murmur of the Innocents 8 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 183 cm x 295 cm
• The Murmur of the Innocents 7 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 165 cm x 226 cm
• The Murmur of the Innocents 9 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 165 cm x 202 cm
• The Murmur of the Innocents 11 | 2009

The Murmur of the Innocents | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 121 cm
• The Disasters of War 28 | 2011

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 201 cm x 163 cm
• The Disasters of War 24 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 195 cm x 242 cm | In Memory of Francisco de Goya
• The Disasters of War 2 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 194 cm x 317 cm | In Memory of Francisco de Goya
• The Disasters of War 3 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 200 cm x 293 cm | In Memory of Francisco de Goya
• The Disasters of War 6 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 201 cm x 272 cm | In Memory of Francisco de Goya
• The Disasters of War 7 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 199 cm x 281 cm | In Memory of Francisco de Goya
• The Disasters of War 4 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 204 cm x 299 cm
• The Disasters of War 13 | 2007

The Disasters of War | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 180 cm x 125 cm | In Memory of Francisco de Goya
• Untitled | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 192 cm x 286 cm
• Untitled | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 192 cm x 258 cm
• Untitled | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 192 cm x 249 cm
• Untitled (Modern Sleep) | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 199 cm x 132 cm | detail 21C Museum International Contemporary Art Foundation, , Louisville, Kentucky
• Untitled (Payton 0) | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 481 cm x 334 cm
• Untitled (Payton 1) | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 106 cm
• Untitled (Payton 2) | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 106 cm
• Untitled (Payton 3) | 2005

Untitled | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 106 cm
• Los Caprichos | 2006

Los Caprichos | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 107 cm
• Los Caprichos 3 | 2006

Los Caprichos | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 107 cm
• Sleep 7 | 2004

Sleep | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 152 cm x 111 cm
• Sleep 8 | 2004

Sleep | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 152 cm x 111 cm
• Epiphany | Epiphany III (Presentation at the Temple) | 1998

Epiphany | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 210 cm x 310 cm | Barry Friedman, New York
• Epiphany | Die Erweckung des Kindes (The Resurrection of the Child) | 1997

Epiphany | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 150 cm
• Epiphany | Epiphany I (Adoration of the Magi) | 1996

Epiphany | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 210 cm x 333 cm | Denver Art Museum | Kent Logan Collection
• Paradise Burning | The American paintings III | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 116 cm x 147 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | Stage Fright | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 157 cm x 203 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | I Walk Alone | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 121 cm x 172 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | Leda and the Swan | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 142 cm x 203 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | The Flesh is Weak | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 96 cm x 152 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | Dark Hour | 2003

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 96 cm x 152 cm
• Paradise Burning | The American paintings III | Midnight Mickey | 2001

Paradise Burning | The American paintings III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 216 cm x 300 cm
• Downtown | The American Paintings II | Downtown 19 | 2002

Downtown | The American Paintings II | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 101 cm x 66 cm
• Downtown | The American Paintings II | Downtown 16 | 2002

Downtown | The American Paintings II | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 66 cm x 96 cm
• The American Paintings | Untitled | 2000

The American Paintings | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 213 cm x 163 cm
• The American Paintings | Suspects I (The Three Graces) | 2000

The American Paintings | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 241 cm x 190 cm | Martin Muller, San Francisco, San Francisco
• The American Paintings | American Prayer | 2000

The American Paintings | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 213 cm x 187 cm
• The American Paintings | Art in America | 2000

The American Paintings | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 198 cm x 274 cm
• The American Paintings | Cops I (Little Women) | 2000

The American Paintings | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 152 cm x 195 cm
• Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Head of a Child III | 2000

Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 299 cm x 218 cm
• Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Head of a Child 5 | 1998 

Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 109 cm | Vicki and Kent Logan | San Francisco
• Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Kiss I | 1998

Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 160 cm x 106 cm
• Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Lest you forget | 1995

Oil and acrylic 1988 – 2000 I | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 153 cm x 380 cm
• Oil and acrylic 1988 – 2000 II | Righteous Men | Righteous Man V (Blue Boy) | 1999

Oil and acrylic 1988 – 2000 II | Righteous Men | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 192 cm x 150 cm
• Oil and acrylic 1988 – 2000 II | Righteous Men | Righteous Man III (detail) | 1991
• Oil and acrylic 1988 – 2000 III | Ascension | 1995

Oil and acrylic 1988 – 2000 III | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 212 cm x 141 cm | Margret Jhin Walsh, San Francisco
• The Child Dreams | The Child Dreams 6 | 2011 

The Child Dreams | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 240 cm x 437 cm
• Self-Portraits 1989 – 1993 | It’s only Rock ‘n’ Roll II | 1993

Self-Portraits 1989 – 1993 | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 210 cm x 310 cm
• Self-Portraits 1989 – 1993 | Self-Portrait 29 | 1991

Self-Portraits 1989 – 1993 | Mixed media (oil and acrylic on canvas) | 210 cm x 140 cm